Ahora te derramas en mis brazos,
sombra, y siento un humor como de aurora
sobre la hierba nueva de los prados.
¡Amigo de los pájaros!: tú eres
como la casa mía por lo manso
y por esa humildad de fortaleza
que hay en tus ramas bellas como brazos.
He parado mi planta en el camino,
y una serenidad grave de lago
pones sobre el asombro de mis ojos...
Para el fin de la vida y del trabajo,
como un sudario todo de armonía,
tenga tu gran serenidad, hermano.
(En: El cascabel del halcón)
pertenece a la página "Árboles"
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1 comentario:
Esta poesia tan bella, la conoci y la aprendi en el colegio secundario, hace 57 años. Y cada tanto vuelve a mi memoria. Yo no sabia quien era el autor, y hoy decidi averiguarlo, ahora lo se. Que misterioso es el funcionamiento de la mente, cuantas cosas, voces, imagenes, almacena nuestro cerebro a lo largo de la vida !!!! Gracias, Enrique Banchs por haber escrito esta pagina tan hermosa y sutil. Cuanto refinamiento espiritual. Gracias
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